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TODAS SOMOS ELLA
Todas somos ella,
ella somos todas
cuando nos toca el dolor.
Nos quedamos agotadas,
ahí paradas si nos tocan
tan de cerca el corazón.
Cuando nos tocan la vida
en el ser más interior.
Cuando nos tocan la vida
que la vida amamantó.

Todas somos ella,
ella somos todas,
cuando nos toca el dolor.
No sabemos lo que hacer
se nos nubla la razón.
Y buscamos dentro y fuera
también en el interior.
Y encontramos experiencias
triunfantes sobre el dolor.
Cuando nos tocan la vida,
la vida que vida dio.
Todas somos ella,
ella somos todas,
si nos toca el dolor.
Y ahora viene el duro trago
la garganta le cegó
cuando le extirpan del alma
lo que tánatos tocó.
Una batalla descarnada
existe en el interior
con chute de quimio en vena
que hasta el pelo le arrancó.
Y por si eso fuera poco
y hasta por prevención
se pone los RX
a tánatos alejó.
Una lucha sin igual le desangra,
paraliza su interior.
Aaaaaaaaaaaaaay
¡Note la lleves por diós!
Las palabras afectivas
le tocan el corazón.
La válvula de la vida
suavemente bombeó
bom…,bom…,bom…
El verbo encarnado
le aprieta con ardor:
«fuerte como una roca»
«libre como el aire»
«fresca como el agua»
Roca,aire,agua,
fuerte,fresca, libre;
suenan a un mismo son,
de una suavidad inerte
a un atronar de tambor.
Son los tambores rugidos,
bramidos de las entrañas
al verse las cicatrices
que la batalla horadó.
Cicatrices como templos
en el círculo del amor.
Cicatrices bajo el brazo
le llegan a la emoción.
Cicatrices en el alma,
cicatrices en el ser,
cicatrices que dan fuerza
al ver vencido el dolor.
Así, todas somos ella,
ella somos todas
cuando nos tocan la vida
la vida que vida dio.
Ahora le toca vivir
un mundo nuevo nació.
Nos montamos en el pódium
en el pódium del amor.
Cuando nos tocan la vida,
y la vida renació.
Antonia Lozano.
Septiembre 2016